Vocacion

Ser sacerdote en España

Para ser sacerdote en España hay que vivir una vocación de entrega total como puente entre Dios y las almas.
Esto significa buscar servir a Dios con todo su corazón y lo da todo por hacer llegar su amor a todos los hombres sin excepción de raza, condición ni lugar. Una misión tan elevada y exigente requiere unos requisitos, unos pasos y una formación hasta llegar a recibir el sacramento de la ordenación sacerdotal.

Requisitos para ser sacerdote: lo esencial.

Ser sacerdote implica tener una llamada de Dios (la vocación sacerdotal) y cumplir unos requisitos necesarios para la misión propia del ministerio sacerdotal (ser van detallando a continuación) Aquí podrás ir descubriendo cómo ser sacerdote en España, qué estudiar para serlo, para qué sirve un seminario, y si sientes la inquietud de conocerlo mejor y no sabes qué pasos dar, puedes consultar tu caso directamente aquí: consulta personal ¿te puedo ayudar?

¿Cómo ser sacerdote católico?

¿Incluso si ya has estudiado una carrera?

Para ser sacerdote es indispensable verificar la autenticidad de la vocación: suele surgir como una inquietud en el corazón: sientes que te falta algo, deseas mayor plenitud de vida, se sufre con los que sufren o se experimenta la necesidad de entregar la vida sin límites.

Todo ello mientras valoras positivamente todo lo que te rodea e incluso sientes su atracción. Surge la inquietud vocacional hacia el sacerdocio.

¿Cómo saber si es mi verdadera vocación?

La inquietud por el sacerdocio no lo es todo. Es necesario comenzar un proceso de discernimiento que te ayude a esclarecer tu verdadera vocación. Este proceso incluye normalmente mayor vida de oración personal, una buena dirección espiritual para discernir los signos que Dios pone en tu vida y finalmente una mayor vida sacramental, ya que el contacto íntimo con Jesucristo es el mejor camino para encontrar la Voluntad de Dios sobre tu vida ¿Qué puedes hacer en la práctica para discernir?:

¿Cómo ser sacerdote católico?

¿Incluso si ya has estudiado una carrera?

Para ser sacerdote es indispensable verificar la autenticidad de la vocación: suele surgir como una inquietud en el corazón: sientes que te falta algo, deseas mayor plenitud de vida, se sufre con los que sufren o se experimenta la necesidad de entregar la vida sin límites.

Todo ello mientras valoras positivamente todo lo que te rodea e incluso sientes su atracción. Surge la inquietud vocacional hacia el sacerdocio.

¿Cómo puedes tenerlo claro a los 18?
  • si no tienes dirección espiritual y la deseas, escribe aquí: ¿te puedo ayudar?
  • dedica un tiempo cada día para hablar con Dios: usa este enlace para tu meditación.
  • Acude con mayor frecuencia a los sacramentos de la Eucaristía y del perdón. Cristo sí sabe cuál es tu vocación y para qué misión te creó.
  • También es de utilidad separar un tiempo del año para discernir. Para ello existen cursos vocacionales y experiencias en seminarios y noviciados que pueden ayudarte. Visita el seminario o la familia religiosa a la que te sientes más atraído.

Requisitos para el sacerdocio

  1. Ser varón de psicología sana y equilibrada.
  2. Pureza de intención.
  3. Cumplir con los requisitos específicos de la Conferencia Episcopal de tu país.
  4. Cumplir con los requisitos especiales de tu diócesis o familia religiosa en la que te interesas. Es responsabilidad de cada obispo o del ordinario la formación y admisión de futuros presbíteros.
  5. Cursar estudios de filosofía y teología, en el propio seminario, o en las casas de formación de la familia religiosa a la que te sientes llamado.
  6. Ser llamado a las órdenes sagradas y recibir el sacramento de la Ordenación Sacerdotal
¿Para qué sirve un seminario?

Seminario viene del latín «seminare»: que signfiica plantar. El seminario sirve para «plantar» las condiciones necesarias para ser sacerdote. Su finalidad es ayudarte en tu santificación personal y para que puedas modelar tu existir según el de Cristo mismo, conformarte a su imagen y ser un reflejo suyo para todo hombre y mujer.

La sabiduría milenaria de la Iglesia ha encontrado en este camino un sano equilibrio entre la unión con Dios y el apostolado, entre el ser y el hacer, entre la oración y la acción. No estás sólo en este recorrido, en todos estos pasos se privilegia el acompañamiento espiritual, pues la vocación sacerdotal es un don para toda la Iglesia, no sólo una tarea individual de cada candidato al sacerdocio: ¡Adelante con confianza! Si tienes dudas sobre los requisitos para ser sacerdote, puedes consultarlas aquí: ¿te puedo ayudar?

Qué estudiar para ser sacerdote

Hay que prepararse bien para ser sacerdote, por eso el proceso formativo demanda años de dedicación y esfuerzo personal por sembrar y adquirir las virtudes humanas y espirituales necesarias. No sólo se trata de estudiar, es una formación integral que de algún modo adiestra al candidato para vivir coherentemente la trascendetal misión a la que Dios le llama. Esto incluye también una sólida formación intelectual y apostólica. Entonces: ¿qué hay que estudiar para ser cura?

Vida espiritual

Normalmente durante toda la formación pero especialmente al inicio en el curso propedéutico o en el noviciado

Filosofía

Una visión equilibrada del hombre, del mundo y de Dios, que además permita el manejo de los conceptos adecuados para el estudio de la Teología.

Teología

El conocimiento de la fe con una mente madura y abierta a profundizar el misterio revelado por Dios.

Humanidades

Durante el proceso formativo, dependiendo de cada seminario y congregación, se da espacio también la formación humanística en los sectores expresivo, cultural y clásico, que capaciten para el ejercicio de la pastoral y de la misión específica.
Cada seminario o congregación garantiza un recorrido formativo que contenga estos estudios y experiencias. Todo ello te preparar y habilita para ejercitar el ministerio sacerdotal en cualquier lugar del mundo, siempre con las licencias necesarias.

Llamado por Dios: los tres grados del orden sacerdotal

Ser sacerdote no es un derecho, sino una llamada y una respuesta. Tras completar la formación adecuada, el obispo te llama a las órdenes sagradas: te confiere el lectorado y el acolitado y así te prepara para recibir el sacramento del orden sacerdotal consagrándote al ministerio del servicio a la Iglesia y a Dios.
El sacramento del orden se divide en tres grados que se refieren al compromiso que implica cada uno:

El Episcopado:

Concede a quienes han sido elegidos obispos la plenitud del orden para enseñar, santificar y gobernar, pues les convierte en sucesores de los apóstoles.

El Presbiterado:

Otorga la gracia de asimilarse a Jesucristo sacerdote y buen pastor, capacitando al candidato para actuar en nombre de Cristo cabeza y de administrar el culto divino.

El Diaconado:

Da el primer grado del orden sacerdotal dirigido al servicio en la Iglesia, a través del culto divino, de la predicación, de la orientación y de la caridad.

¿Cómo ser cura?

Puedes llegar a ser cura por dos caminos: o a través de la diócesis o a través de una familia religiosa (orden, congregación…) Ambos llevan al mismo sacerdocio de Cristo y uno u otro camino depende la misión a la que Dios te llama. Sobre este punto puedes visitar ¿Sacerdote diocesano o religioso?

En la Iglesia católica, Se llama «cura» al sacerdote encargado, en virtud del oficio que tiene, del cuidado, instrucción y doctrina espiritual de una feligresía. A veces se aplica la palabra «cura» a todos los sacerdotes, pero no todos se dedican a cuidar parroquias, sino a la enseñanza u otros muchos ministerios.

Habitualmente la formación sacerdotal para todos los candidatos comienza en la familia (aunque hay excepciones), continúa en el proceso de discernimiento, se afianza durante los años de estudio y experiencia pastoral, y por fin se confirma en la ordenación, donde se convierte en una vida de colaboración con la gracia de Dios y el esfuerzo humano. Esto es común para la formación de todo sacerdote. Pero un cura en particular está dedicado a las necesidades espirituales de su pueblo, y les ayuda a su crecimiento y a desarrollar el sentido de comunidad entre ellos. El objetivo al que tiende la formación de un cura es construir la Iglesia local en el contexto de la Iglesia en general y así inspirar a su comunidad en el seguimiento de Cristo.

Ser sacerdote legionario de Cristo

Ser sacerdote en la Legión de Cristo implica amplio recorrido formativo. Tras el curso vocacional y candidatado, la formación abarca: dos años de noviciado en el país de origen, dos de Humanidades en Estados Unidos, tres de filosofía en Roma, dos o tres años de prácticas apostólicas en cualquier lugar del mundo (según las aptitudes del candidato) y cinco años de teología en Roma.El noviciado de España se encuentra en Madrid, los estudios humanísticos se cursan en Cheshire, Connecticut y la filosofía y teología se estudian habitualmente en Roma en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.

Para ser sacerdote en España a través de la Legión de Cristo, se requieren los pasos previamente explicados y específicamente la llamada a entregar la vida sin reservas por la reevangelización cada persona y de toda la sociedad. Todo el recorrido formativo busca profundizar el amor de Cristo hacia la humanidad, practicarlo entre nosotros y predicarlo a toda persona, sin importar lengua, raza o condición social. No se excluye ningún tipo de apostolado.

¿Cómo ser sacerdote misionero en España?

Como en tantas otras partes del mundo, ser sacerdote en España hoy, requiere convicción, decisión y firmeza. A veces no es fácil superar el desconocimiento social que hay sobre esta vocación, incluso entre familias católicas. Requiere una base sólida de vida espiritual, pero no te preocupes, porque si Dios te llama, te la dará sin tardanza.

¿Cómo hacerse sacerdote? ¿Cómo puedes comenzar tu discernimiento?

  • Encomienda toda tu vida a la Santísima Virgen María, desde ahora.
  • Escribe a la página: ¿Te puedo ayudar?
  • No dejes pasar la inquietud, haz el curso «Mi rumbo» online
  • Conoce de primera mano el noviciado, habla con los novicios o con los seminaristas de tu diócesis
  • Deberías acercarte, al seminario, noviciado o convento y hablar con el encargado de la pastoral vocacional.
  • Empieza una buena dirección espiritual.
  • Es importante que plantees el seguimiento de tu vocación como una historia de amistad personal con Jesucristo: de eso se trata.
  • Entrégate al seguimiento de tu vocación con más energía que un atleta olímpico. Y hazlo así cada día. Vale la pena.

 

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