Vocación y felicidad están intrínsecamente unidas. La vocación es personal y también lo es la felicidad. Sin embargo nuestros actos se rigen habitualmente por lo que vemos alrededor, la opinión pública, los hábitos del entorno y las espectativas de quienes nos rodean.
Tan fuerte es esta tendencia, que cuesta deshacerse de ella incluso cuando te das cuenta de que ese «ritmo de vida» aceptado y esperado por todos… no te lleva a tu felicidad, ni te satisface realmente, ni te aporta más plenitud.
Hoy comparto contigo tres pistas para la felicidad… en forma de preguntas. Pueden ser útiles para ti o para tus hijos. Para tu novio o para tu novia. O al menos pueden servirte como tema para tu dirección espiritual. Vamos allá:
PRIMERA PREGUNTA
¿Seguro que no estás hecho para algo más grande de lo que piensas?
Medítalo. Es una buena pregunta. Una pregunta que ha cambiado vidas cuando te la haces ante el Sagrario. En muchas direcciones espirituales se percibe la fuerza transformadora de atreverse a plantearse un cambio. A veces radical ¿eres capaz de hacértela o no puedes escapar de «tu yo y tus cosas actuales»?
SEGUNDA PREGUNTA
¿Sigues la voz de tu conciencia… con PASIÓN?
Esta pregunta es sobre tu modo de vivir. Hay que tomar opciones: lo que tiene que ver con tu conciencia te constituye. Seguirlo o no… te construye o te destruye. Pero el modo de hacerlo también cuenta. Mi consejo es que te hagas esta pregunta y la afrontes viendo el ejemplo de tu santo preferido: apasionado sí, tibio jamás. No te detengas en la búsqueda del bien. No seas un ferrari que va en primera. Que los demás no te marquen el ritmo. Deja que hable tu conciencia.
TERCERA PREGUNTA
¿Cuánto pesa en tu futuro «el bien de los demás«?
Otra pregunta que te desnuda ante tí mismo. Porque no hay escapatoria, puedes medirlo: cuando piensas en tu futuro… ¿cuánto pesa el bien de los demás? En la balanza de tus días… ¿todo es para ti?… ¿qué rige tus decisiones? tu prestigio, tu placer, tus gustos… o el bien de los demás… responder esta pregunta es sencillo: basta analizar tus últimas cinco decisiones de esta semana… ¿en favor de quién han sido? Imagina por un momento que hubieras actuado todas por el bien eterno de los demás ¡Vaya vida tan plena y satisfactoria!
¿Qué te parecen estas preguntas? ¿Te ayudan a pensar sobre tu futuro? Coméntamelo aquí: mi futuro
Date un tiempo de reflexión en tu vida. Será como los espacios verdes de las ciudades; las hacen más habitables. Pues haz lo mismo. Entra en una Iglesia y repasa estas tres preguntas delante del Sagrario. Potenciará tus decisiones de una manera formidable.
P. Miguel Segura, LC
(Si quieres ayuda para discernir tu vocación escríbeme aquí)