Ser sacerdote y seguir de cerca a Cristo en la vida religiosa ha llenado mi vida de experiencias maravillosas. Y no me refiero a comerme un cocodrilo, que también tiene su punto, sino a ver la bondad de tantas personas que viven su vocación cristiana activamente, en la práctica, con sus palabras pero también con sus manos y sus actos.
Hay días que llego a la cama con mi corazón sacerdotal tan pleno y agradecido por lo que Dios me ha permitido ver que no me puedo dormir de la alegría.
Tuve la enorme gracia de Dios de poder acompañar a Milagrosa y llevarla con su familia después de un año y casi medio de operaciones en España. Y, sí, para celebrarlo: ¡cocodrilo al canto! Aquí tenéis este video de homenaje a todos los que habéis rezado y ayudado directamente a Milagrosa, perdonad los que no he podido añadir por falta de fotos.
Recibieron a Milagrosa de maravilla. Está en su lugar. Perpetua feliz. Y también Eloisa, un ambiente extraordinario y lleno de alegría. Espero que lo disfrutéis al verlo tanto como yo lo he disfrutado al hacerlo.
Nos comimos un cocodrilo a la salud de todos los que habéis ayudado a Milagrosa… muy bueno! Y gracias a Dios, la pude dejar escolarizada, con su uniforme y sus libros y además con un profesor particular… ¡Bendito sea Dios!
Como informe final, os comento que gracias a todos vosotros pudimos afrontar las tres grandes operaciones de Milagrosa y las múltiples consultas: en total más de 12.000 € Aún nos queda un poco más para saldar la deuda que adquirimos con la Fundación Altius que adelantó los pagos al hospital (¡gracias Pablo!) a día de hoy 24/01/2020 asciende a 2500 € por favor contactadme en ynadaqueperder@gmail.com si alguno quiere colaborar. No tengo palabras para agradecer todo lo que habéis hecho por Milagrosa durante todo este tiempo. Que Dios os bendiga de todo corazón!
Con gran cariño y agradecimiento: P. Miguel Segura, LC
P.D. ¿quieres hacer misiones? contáctame aquí: