¿Tu vida es una eterna rotonda? Si es así…¿cómo lograr que deje de serlo?
Hay que tomar algo para ser feliz: decisiones. Por eso te ofrecemos el curso vocacional, para que puedas determinar durante un mes, acompañado por otros jóvenes que están pensando lo mismo, cual es tu vocación en la vida. Habrá sacerdotes expertos en la materia.
Un amigo sacerdote me contaba que el obispo de su ciudad, Avila, comentaba: «a veces, tenemos a los jóvenes como en una rotonda, dan vueltas a la rotonda, pasa el tiempo…años; pero no terminan de dirigirse a ninguna parte. Viven en la rotonda… de actividad en actividad: un retiro, la JMJ, una adoración, misiones, etc… y va pasando la vida sin progresos, sino eternamente entretenidos en la rotonda; acumulando actividades, pero sin respuesta a la pregunta «¿para qué me ha hecho Dios?¿Cuál es mi misión en la vida?»
Sí, el curso vocacional en verano es un periodo largo pero necesario, porque Dios merece tiempo en tu agenda y no hay que tomar decisiones a lo loco, sino en un ambiente que garantice libertad y profundidad. Pero, claro, que no sea pesado.
¡Hoy aprovecho para contaros también una buena noticia! Ha llegado a nuestro noviciado en Salamanca un nuevo novicio de 30 años. Había sentido la vocación con 13 años, pero siguió sus estudios. Hoy es abogado, trabajaba para la fiscalía del estado, y lo ha dejado todo para ahora ser novicio de primero. Se llama Santiago y os dejo su entrevista y algún consejo suyo sobre el curso vocacional.
Las vocaciones son llamadas de Dios, pero cuando alguien te llama, tú puedes escuchar o no. Si tienes los auriculares puestos, escuchas otra voz que no es la de Dios… entonces no puedes responderle. Por eso, mantengo que no hay crisis de llamadas, hay crisis de respuestas.
Más adelante, subiré una entrevista que hice al Hermano Diego sobre cómo vivió él su curso vocacional, y así os podéis hacer una idea de lo que es y de lo que te puede aportar.
